Por María Florencia López.
Suena en la radio una canción conocida, te marchás, ¿y qué?, yo no intento discutírtelo —datos del tiempo que distraen el clima— tengo ganas de verte. Muchas ganas, pues extraño el pequeño, vulgar, irreal contacto de vos.
Ese encuentro en las afueras, cerrado, oscuro, y tu imagen ya sí y tu imagen ya no, y la mía y yo —llamado telefónico-gente-muchas palabras robadas, poco mío, pocas ideas—, ni música que sale, en la guitarra sólo canciones ajenas, precarios covers de una cantante que no sabe cantar.
Ex pájaro gris o e-, no alcanza ser “x”, pero progresa, y ahora te extraño a vos, ¿y vos? Tengo ganas de que sólo pase algo divertido, sólo vacaciones de amor por ahora, pasarla bien, y después se verá. Veremos qué haremos, qué hago. Otra canción conocida, and the reason is you. Ya me parecen tontas estas canciones cursis…
Aprieto los dientes y los muevo, soledad, y otro tema que quiero escuchar, mientras espero a mi amiga noche larga. Quiero buscarte, claro, pero ya me cansé de vos, o quizás no… en realidad creo que —con el cuerpo, con la mente, con la piel y el corazón, te besaré como nadie en este mundo te besó— era eso… pero era antes; ahora es como que ya no. ¿Cómo desilusionarme con eso que me parecía tan conocido?
María Florencia López (19)
Estudiante de Ciencias de la Comunicación
zurdita03_flo@hotmail.com