500 palabras sobre Sed Contra

Por Isa Crosta.

Estudio Diseño Gráfico en la UBA, tengo una revista con un amigo y hago fotografía con Diego Ortiz, pero claro, Sole me llamó a mí porque fuimos compañeras del secundario; ¡gracias, portfolio!

Entonces, me llamó, a principio de año, diciéndome que cumplían un año, que iban a hacer una reunión con “todos” (todos ustedes), y que estaba invitada, que iba a haber comida y que iba a poder conocer a mis “clientes” (en el buen sentido de la palabra). Yo feliz, feliz. Me dijo que me llamaba tipo 22, y yo la esperé… pero no me llamó. A eso de las 23, la llamé, pero tampoco me atendió, en la casa tampoco sabían dónde estaba, así que ese martes me quedé sin comida, sin conocerlos y, sobretodo, con hambre.

Los conocí, entonces (a algunos), otro martes (en octubre), a la hora del té, en una reunión a la cual fui engañada: Sole me invitó excusando que era su cumpleaños, y resultó que, aunque era su aniversario, no era por eso la reunión… En fin, quienes habrán estado en la fecha, recordarán mi decepción, ¡ni una medialuna para comer había! La cuestión es que empecé a re-diseñar la revista, de cero. Empecé con el logo y me volvieron loca. Primero porque Sole quería un logo ready-made (y no me refiero al arte ready-made de Duchamp, sino más bien al tipo sopa Quick) y, segundo, porque se pasaban de joviales y enérgicos (¡y eso que no tenían rojo!). Fue una lucha, hasta que, por fin, como nos pasa a los diseñadores, tuve un atisbo de lucidez y me inspiré con el logo que pueden ver: no es la maravilla del Diseño Gráfico, pero dejó conforme a (casi) todos. Después tocó la página, pero eso ya era más fácil: el sistema estaba establecido, aunque no se imaginan lo que tuve que matarme para convencerlos de que acepten ese menú (sí, sí, ese menú de nada).

Por fin la página quedó terminada y yo fui feliz (aunque todavía no comí perdiz, pero por lo menos me convidaron comida en las reuniones, ¡gracias, chicos!). Nos tomó, en total, como cuatro reuniones en las que nos matamos, porque estudiar en la UBA no es gratis, y a mí lo insatisfecho y loco se me pegó un poco, cosa que en la Austral no pasa, así que ya se imaginarán… Por suerte los chicos están acostumbrados a leer mucho, y leyeron todos mis partidos conceptuales (gracias, director de la Austral). Eso sí, nunca quisieron hacerme caso cuando les dije que su revista era cultural, pero jamás de los jamases sería “para jóvenes” (el diseño es sólo una vil mentira para engañarlos), pero así está el país…

Ahora los saludo, y pido, como Clarice Lispector, al linotipista (en este caso al editor) que por favor no corrija mi puntuación, que es la forma en la que respira la frase “Y si usted me encuentra exquisita, respete eso también. Hasta yo fui obligada a respetarme. Escribir es una maldición.”

Atte.
Isa Crosta (20)
Diseñadora Gráfica, Estudiante de Fotografía, Diseñadora de la revista Oh Dios! y amiga de Sole.