Las palabras

Por Eugenio Sulpizio.

En algún lugar del tiempo, ese reflejo de la trama,
la primera mujer acaricia su vientre mientras contempla la luna.
Un troyano agonizante vislumbra el mar de las costas del Lacio.
El rey Boabdil abre sus ojos en la Granada de la resurrección
y abraza a su madre como en los días de la infancia.
Dos jóvenes rusos caminan felizmente hacia el cadalso: han releído
cierto verso de Shakespeare en la víspera, y saben
que no hay vida sino amor en la muerte.
En algún lugar del tiempo, ese otro mar,
dos sombras se reencuentran en el silencio de las quebradas
y un modesto empleado público de Buenos Aires escribe un poema
que acaso ya se haya escrito demasiadas veces.
Las huellas del peregrino volverán a dibujarse en los caminos
y el sol entibiará la soledad de los desiertos amanecidos
y un lector infinito, que es nadie y que es el tiempo,
descubrirá que ha reescrito este poema.

 

Eugenio Sulpizio (26)
Abogado y estudiante de Letras
eugenio.sulpizio@gmail.com