El pájaro que no pudo más cantar

Por Agustín Pueyrredon.

Entona un suave verso

reposando en una rama

deslumbrante melodía

melancólica mañana.

Va perdiendo la armonía

aquel hermoso gorrión

quién lo ha visto y quién lo ve

grisáceo está, pierde color.

El roble en el que se apoya

también derrama su encanto

sopla el viento y mientras tanto

sus hojas vuelan hacia el campo.

El amor que dio la madre

al que un día fue un pichón

se refleja en este canto

en esta ultima canción

con la danza de las hojas

ya caídas de sus ramas

clama el dulce gorrión

los ángeles lo llaman.

Ya nadie llora en esta tierra

al gorrión que ya no está

pues alto en el firmamento

su alma yace, canta en paz.

Agustín Pueyrredon

agustinpueyrredon@outlook.com