Los Salvadores

Por Ricardo Raspanti.

En una habitación irreal
de un tiempo inexistente
los Salvadores pelean en silencio
en estocadas de muerte.

Llama la atención el bronce
esta vez no faltan piezas
¡Jaque mate! Grita mi hijo
Y papá sonríe como hacía conmigo.

Esta escena de tan imposible
se vuelve ahora borgeana
El Salvador mayor se presenta tan joven
y el pequeño no tiene aún rostro.

Ahora soy yo el que ríe,
sólo él puede fingir una derrota sonriendo,
Sólo él pone mis letras a la altura del ciego.

Cuando todo empieza a desvanecerse
mi rostro se llena de miedo
Su voz cruza otra vez el umbral
“Todo a su tiempo, hijo,
sólo sigue el camino al cielo”.

y aunque no estaba dormido
se termina ahora el sueño.
Vuelve la paz a mi alma
y de gratitud se me llena el pecho. 


Ricardo Raspanti

ricardoaraspanti@gmail.com