Filosofar en verso

Por Ignacio Cofone.

La poesía como filosofía y la filosofía como poesía son aspectos de estas dos disciplinas que a veces se olvidan. Sin embargo, en la historia de la filosofía existen pensadores eminentes y no tanto que explotaron algo que creo tiene mucho potencial. Entre los poetas, por empezar en orden cronológico inverso, se puede mencionar a Borges o a Saramago, que en sus poesías no sólo tratan temas propios de la filosofía, sino que incluso los tratan “filosóficamente”. A esto ayuda que, como adelanta Pitágoras y recuerda Heiddeger, todo hombre es, por esencia, filósofo (al menos en el sentido etimológico del término: al tener vocación por la verdad, ama la sabiduría). La filosofía entendida como actitud, como vocación por el conocimiento y por la verdad (que no necesariamente se opone a la filosofía entendida como ciencia), encarnada en algunos escritores puede ser la mejor literatura.

La filosofía y la poesía tratan los mismos temas: todos aquellos que aquejan al hombre. Son —como la religión— distintos enfoques para buscar respuestas a las mismas preguntas, una desde la razón, la otra desde la imaginación, aunque a veces sus respuestas sean distintas. En la Consolación de la filosofía de Boecio se ve quizás de forma más clara. Al preguntarse sobre el mal y el dolor, Boecio recurre angustiado a las musas de la poesía, pero la Filosofía lo visita y, desafiante, le dice que ellas no solamente no pueden traerle el más ligero alivio para sus males, sino que antes bien le “propiciarán endulzado veneno”. La Filosofía se arroga las verdaderas respuestas, sostenidas por la razón, y afirma que las musas adormecen. Pero, ¿no es un poeta, tantas veces —además de artista ahondado—, un filósofo? Es harto conocida la idea de que el poeta dice en pocas líneas lo mismo que el filósofo dice en muchas.

Así como la filosofía es muchas veces intuición de ciencia exacta (ciencia ya es, si seguimos la definición de Popper) y, así, Demócrito y los atomistas descubrieron verdades mucho antes de que se inventara el microscopio, podríamos decir que la poesía —además de ser arte— es muchas veces intuición de filosofía. Como si esto no fuera suficiente, de vez en cuando aparece alguien que logra sintetizar las dos disciplinas, y es ahí cuando podemos estar seguros de que vamos a leer algo bueno.

Ignacio Cofone (20)
Estudiante de Abogacía
nachocofone@gmail.com