Por Isa Crosta.
Estudiantes de diseño y no tanto. El lugar estaba repleto de gente cuya edad promedio rondaba los 18 y los 30 años. Todo esto era lo que se podía ver cuando uno entraba al festival Puma Urban Art . El primer festival (de semejante magnitud) que englobaba ilustración, grafitti y stencil; organizado, claro está, por la marca deportiva Puma .
Hace ya unos años comenzó el auge del arte callejero. En este festival, Puma se propuso reunir a los más importantes artistas para que expongan sus trabajos y, en algunos casos, también su forma de trabajar (en vivo). Los artistas invitados eran: DGPH, Patricio Oliver, Caro Chinaski, y Colorblock (entre los argentinos) y Gaby Basman, PFADFINDEREI, Tim Biskup y Alexandre Orion (entre los internacionales) y a éstos habría que sumarle las bandas que fueron convocadas para tocar a lo largo del festival (y el DJ).
Yo llegué a las 15 hrs., para una conferencia del estudio de diseño DGPH, uno conformado por jóvenes que en los últimos años fue creciendo y ocupando un lugar cada vez más importante en la escena. Presentaron sus trabajos, entre otras cosas, su libro de Molestown , con una estética que podemos ligar automáticamente con la utilizada para ilustrar hoy por muchas personas: plenos de color, líneas gruesas, formas simples y criaturas tiernas e imaginarias. No es por nada que esta estética está cada vez más difundida en el ámbito de la ilustración (a nivel editorial y a nivel vial). Y de eso no se encargaron los chicos de DGPH.
De todas formas, la primera experiencia realmente nueva que ofrecía el evento, eran los Live Paintings , y creo también lo más destacable. Estos eran pinturas que realizaban en vivo diversos artistas y que el público mundano (del que yo formaba parte) podía ver. Yo vi el que realizó Federico González, un ilustrador argentino. Lleva el estilo DOMA (ya adaptado por DGPH ) a un nivel nuevo, mucho más lineal, recargado, y con más detalle, sin perder la esencia. Mucho más oscuro, menos naif que el estilo original.
Aquí haré un paréntesis, para destacar la cantidad y calidad de gente interesada en este tipo de expresión. El lugar parece más una fiesta que una exposición de arte de “la vieja escuela”. Jeans y zapatillas son un ítem obligado, y la simpatía desborda con el vocerío de todas las personas hablando y comentando. “¡Mirá qué copado eso!” es una de las frases más repetidas, junto a un convoy de sinónimos. Me puedo imaginar la gratificación de los artistas al ver a tanta gente interesada en sus trabajos.
En fin, el Puma Urban Art es un festival que deja conocer más de este universo del arte plástico, que todavía es un misterio para muchos…
Isa Crosta (20)
Estudiante de Diseño Gráfico