Por Nicole Jaureguiberry.
19th INTERNATIONAL YOUTH LEADERSHIP CONFERENCE (4 al 9 de enero 2010- Praga, República Checa) |
“A cross-cultural exchange of ideas concerning the future of world leadership”
Pensar que fueron sólo 5 días parece inimaginable. Toda la actividad que tuvimos, los temas que tratamos, lo que aprendí y la gente que pude conocer, parecen no poder entrar en un período de tiempo tan corto. Había alrededor de 100 participantes y por más que no puedo decir que llegué a conocer a todos, sí pude acercarme a la mayoría. Cada uno tenía un pequeño grupo de trabajo donde realizaba los eventos más importantes. Esta separación en grupos permitió que cada uno pudiera conocer más a fondo a las 12 personas que lo integraban y ayudó a cada uno a abrirse, contar su experiencia, sus pensamientos y participar más activamente.
Al llegar a Praga estaba muy entusiasmada y tenía altas expectativas puestas en esa semana, pero la verdad es que no sabía muy bien con qué me iba a encontrar. El programa sonaba más que tentador ya que decía que íbamos a tratar todos los temas que me interesan: relaciones internacionales, derecho, política, economía, periodismo… Sin embargo, al principio, veía medio utópico poder llegar a ver tantos temas en una semana, pero a medida que fueron pasando los días me fui sorprendiendo al ver que las promesas se iban cumpliendo.
Los eventos que más caracterizaron esta Conferencia fueron las tres simulaciones que hicimos: una sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la producción de energía nuclear por parte de Irán, un “pre-mock trial” de la Corte Criminal Internacional sobre si el ex general de la Democrática República del Congo debería ser procesado o no por los delitos contra la humanidad cometidos en el año 2003, y una sesión del Parlamento Europeo sobre una Propuesta de Directiva presentada por la Comisión Europea sobre la promoción del uso de energía proveniente de recursos renovables. En todas estas simulaciones, más allá de estudiar a fondo el contenido y la posición que cada uno tenía asignados, el objetivo principal era respetar sin deficiencias el proceso seguido por estas instituciones.
Tanto en la sesión de la ONU como en la de la Corte Criminal Internacional, cada uno tenía asignado o elegía el rol que quería asumir. Como nos dijeron los presentadores de esta Conferencia en la ceremonia de inauguración, uno de los objetivos de la Conferencia era expandir la “comfort zone” de cada uno. Cada individuo tiene tres zonas de actuación: la “comfort zone”, la “risk zone” y la “panic zone”. La “comfort zone” comprende los actos donde uno se siente seguro y no teme para nada hacerlos. La “risk zone” son aquellos miedos que uno tiene y que impiden actuar espontáneamente o así de seguro como en la zona de confort (por ejemplo: se sonroja al hablar en público). Y La “panic zone” serían aquellas actuaciones y aprendizajes que uno adquiere a alto riesgo (por ejemplo: si uno maneja pasando todos los semáforos en rojo y un día atropella a alguien, el aprendizaje de no conducir más de esa forma fue a alto riesgo). Como nos dijo uno de los presentadores (Tim Macarthey de UK): “la comfort zone tiende a contraerse, pero la vida consiste en tomar riesgos, aprender del fracaso, vivir ‘a courageous life’; eso es lo que hace buenos líderes” (1). A veces, en la vida, tenemos personas que nos animan a salir de nuestra “comfort zone” y otras veces es cuestión de que nosotros mismos lo hagamos, con las elecciones diarias (“What matters in life is the choices we make” (2)). Cuando somos chicos, diferentes personas hacen las elecciones por nosotros, pero después es cada uno el que las hace y el que se hace responsable por cada decisión. “Life is unpredictable” (3) y es cuestión que cada uno vaya marcando su rumbo y buscar influencias positivas. “It is all about learning and what priority you take” (Farid Nolsen).
Así que cada uno podía elegir el rol que quería, pero era mejor si uno se auto-desafiaba y no elegía aquella posición que más cómodo le quedaba. En la sesión de la ONU, representé a Turquía, un país que apenas conocía y que me pareció muy atractiva su posición (obviamente luego de estudiarla), frente a la producción de energía nuclear. A mí me hubiera parecido mucho más confortable elegir la posición de los Estados Unidos ya que es el argumento que a priori defiendo, pero después de tener que abogar en favor del pro-desarrollo de energía nuclear pude entender y hasta compartir varios de sus fundamentos.
En la sesión de la Corte Criminal Internacional, representé, junto con otro de mi grupo, a los Fiscales. Otro desafío. Acá me di cuenta de que no sólo importa el conocimiento jurídico que uno puede tener del Estatuto de Roma o de las convenciones internacionales sobre derechos humanos, sino que hay otros elementos muy importantes: la investigación a fondo del caso, las pruebas, seguir una línea de argumentación lógica y las técnicas de persuasión. Al final, resultó ser muy diferente de lo que esperaba, porque con los argumentos de la defensa, mucho de lo que teníamos previsto decir, lo tuvimos que dejar de lado y asentarnos sobre la refutación de los hechos alegados por ella. Por suerte, logramos convencer a los jueces y, ¡Germain Katanga fue procesado!
La simulación de la sesión del Parlamento Europeo se llevó a cabo de manera diferente. Aquí cada grupo representaba a un partido político del Parlamento. A nosotros nos tocó ser el EPP (Europeans People’s Party), el partido mayoritario. Una gran responsabilidad porque además nos dieron el “chairmanship” del Parlamento. Esto quiere decir que cada uno tenía un doble rol: alguno dentro del Partido y después otro en la organización de la Sesión (President, Secretary General, Secretaries, etc.). A mí me tocó ser la líder del partido político (aquí los roles no los asignaban según el carácter y el desempeño de cada uno). Otro desafío para salir de la zona de confort. Hablar en público delante de 100 personas no es lo que más me gusta y, por medio de este rol, mi función era representar al partido político y transmitir nuestra posición cada vez que quisiéramos tener alguna intervención en el Parlamento. Otro obstáculo vencido.
Vale destacar que la sesión del Parlamento Europeo la hicimos en el Senado checo. Estar sentado en las mismas butacas donde se sienta un senador y discutir en el recinto como si fuéramos verdaderos legisladores, fue otro de los puntos positivos.
La simulación del Parlamento fue EL gran evento porque la preparación y el procedimiento fueron mucho más largos que para las otras dos que hicimos. Aquí todo el proceso: “group discussion of political forces, strategy party session, group assembly, amendment writing, campaign preparation, lobbying, Simulation of Committee Hearings, final preparation” y, por último, “Model Parliament proceedings”. A través de este largo desarrollo, aprendí el rol que la política juega en este tipo de procesos. A veces por más que uno tenga el mejor argumento técnico, jurídico o económico para convencer a los otros partidos de apoyar su iniciativa, no basta. Saber escuchar, persuadir, negociar, otorgar y estar convencido de lo que uno quiere, mostraron ser más fundamentales.
Aparte de los tres grandes eventos, tuvimos otras actividades que no puedo dejar de lado: las visitas a embajadas, las charlas dadas por líderes o especialistas en liderazgo, el encuentro con representantes de los sponsors y diplomáticos y la “culture night”. Por mi lado, ¡tuve el privilegio de visitar a la Embajada Argentina! A cada grupo le tocaba una embajada diferente y nuestro grupo tuvo el lujo de visitar nuestra Embajada en la República Checa y a sus representantes (el embajador Espeche Gil y el cónsul Vallejo). No sólo tuve la oportunidad de conocerlos e intercambiar un diálogo con ellos, sino que además nos respondieron todas nuestras preguntas e hicieron una presentación de cuáles son los temas que conciernen a la Argentina en el plano internacional (algunos que desconocía y especialmente su orden de prioridad).
Y la “culture night”… Otro gran momento para conocer de los países y de la cultura de los otros jóvenes (por ejemplo, no sabía ni de la existencia de países como Turkmenistán o Kazajistán). En cinco minutos, cada uno podía hacer una presentación o algo característico de su país. Otra oportunidad para expandir mi “comfort zone” (¡era mucho menos grave de lo que pensaba!). Les presenté nuestro querido mate, nuestra Bandera, conté un poco de la Argentina y por último canté unas estrofas de nuestra canción característica después de la debacle económica del 2001 (muy sorprendida porque es un hecho conocido por la mayoría de los de la Conference), “Color Esperanza” de Diego Torres.
La IYLC fue una experiencia única y no sólo me llevo todo lo que aprendí profesionalmente, sino a nivel personal. Conocer a tanta gente joven, buena, emprendedora, positiva y con grandes ideas e ideales, me dio mucha fuerza para creer que un mundo mejor es posible con estos futuros líderes. Como dijo Gandhi: “We have to be the change that we want to see in the world” (“Soyez le changement que vous voulez voir dans le monde”).
Para más información: www.czechleadership.com
(1) Tim Macarthey, UK. Charla: “Living a courageous life”.
(2) Tim Macarthey.
(3) Farid Nolsen, sueco, 26 años. Fundador de “Intize”. www.intize.org/blog . Charla: “Resources vs. Resourcefulness”
Nicole Jaureguiberry (23)
Lyon, abril 2010