Sed Contra 14

El 9 de marzo de 2011 comenzó en Japón un catastrófico fenómeno que se cobró las vidas de miles de personas.

Eventos como este nos recuerdan la fragilidad de nuestras propias vidas. Ponen en evidencia que la supervivencia de nuestras posesiones materiales, de nuestros afectos, de toda nuestra existencia, es un milagro estadístico, o el producto de una voluntad suprema.

Ante ello, la pregunta que tenemos que hacernos es: ¿realmente queremos acordarnos de la fragilidad de nuestra existencia?

En el mientras tanto de nuestras vidas, y para anestesiar los sentimientos que nos provocan estos fenómenos, tenemos al arte. Tenemos la pluma que nos hace invencibles, inmortales… que nos permite volar a donde queramos. Que nos permite repetir el arquetipo y actuar como nuestros primeros padres: mordiendo la manzana y creyéndonos dioses por un rato, creando y descreando a nuestro antojo.

Letras que forman palabras, notas que forman acordes y melodías, colores, matices, contrastes… el mundo es nuestra paleta.

Sed Contra es el agua en donde flotan los ravioles del arte. Sed Contra es para todos. Es para los osados que encuentran en el arte un divertimento. Es para los contemplativos, que rezan con el arte. Es para los bohemios que no saben bien por qué lo hacen. Es para los enamorados que encuentran en el arte las palabras para describir lo que les pasa. Es también para los agobiados que hacen catarsis con el arte. Sed Contra es para todos los que quieren apagar la máquina de vivir por un rato.

Por eso, para el bolsillo del caballero y la cartera de la dama (y en estos tiempos, también para la cartera del caballero y el bolsillo de la dama), viene directamente de fábrica y a un precio especial, esta catarata de letras mágicamente ordenadas, que hemos dado en llamar Sed Contra.

¡Bienvenidos!

Buenos Aires, 1º de julio de 2011