Este nuevo número de Sed Contra, el diecinueve, se publica al mismo tiempo que se disputa la vigésima edición de la Copa Mundial de la FIFA (o simplemente, “el mundial”). He notado que el futbolero medio suele utilizar los mundiales como medida de tiempo. De este modo, dirá que está casado hace siete mundiales o que ya es el cuarto mundial que ve mientras cursa Ingeniería en la UBA. Decidí imitar ese ejercicio y aplicarlo a Sed Contra. Fue grata mi sorpresa al descubrir que este es el tercer mundial de la revista. Sí, ¡tres mundiales! Felicitaciones a todos, colaboradores y lectores, por estos años de Sed Contra.
En este número festejamos otro éxito de Sed Contra: el número de colaboradores. En el transcurso de estos años, esta revista publicó los textos de ciento cincuenta escritores. Sí, ciento cincuenta plumas distintas que escribieron, primero, para ellas, para convencerse escritoras; pero también para usted, querido lector, para su disfrute y recreo. ¡Qué valiosas son sus obras! Y ello no solo por su calidad intrínseca, sino, también, por el coraje que demuestran. Estos ciento cincuenta se atrevieron a soñar y escribir lo soñado. Estos ciento cincuenta fueron contra.
Permítame cerrar el editorial recomendándole vivamente este número diecinueve. En él encontrará buenas poesías, aún mejores cuentos, un puñado de reseñas de novelas (una de ellas en inglés, de El Quijote), variados textos de opinión (sobre temas tan disímiles como el Papa, la Feria del libro o el ello, el yo y el superyó) y tres textos de nuestra ya histórica sección one offs.
Bienvenido, lector. Bienvenido a un nuevo número de Sed Contra.
Lucas Abal
1º de julio de 2014