Noche de perros

Por Nicolás Sánchez Frascini.

Cuando introdujo la llave, pensó que no había nada como volver al hogar; nada como abrir la puerta y cerrar el paraguas entre el ruido de los truenos y el golpe de la lluvia contra las chapas.
Caminó con la mano derecha apoyada en la pared hasta la primera habitación: la vieja aún respiraba. Los médicos le habían dicho que no se podía hacer nada, que lo mejor era dejarla en casa y que muriera allí.
Los perros no paraban de ladrar, y los ladridos se mezclaban con el ruido de la lluvia contra las chapas, y la respiración de la vieja que de un momento a otro se detendría, que de un momento a otro dejaría paso a un silencio imperceptible que confirmaría que la vieja había muerto y que él estaría solo en el mundo, solo con los perros y la oscuridad.
Destapó una botella de vino y se sentó, como había hecho las últimas noches, a esperar que la vieja muriera, aunque esta vez llovía y se había cortado la luz.
La respiración y la lluvia cesaron de golpe. Ahora sí, de repente, solo le quedaban los perros, en el fondo, que no paraban de ladrar, y el recuerdo de esos brazos que insistían, fríos, desde la otra habitación.
Se levantó empujando las sillas; el silencio y los ladridos se habían vuelto insoportables. Caminó afirmándose en las paredes hasta la puerta trasera y cruzó el patio, arrastrándose, hasta llegar a la reja que separaba su casa, su lugar, del basural donde vivían los perros. Con dificultad sacó la traba, y el chirrido hizo que insultara en voz alta. Algunos perros, los primeros en salir, lo esquivaron. Los demás lo chocaron tirándolo al piso. Nunca había permitido que cruzaran ese límite: el hombre en la civilización, los perros en la barbarie.
Avanzó como pudo por la negrura del fondo, trastabillaba con las latas y los tachos que se habían acumulado con el correr de los años. Los ladridos comenzaron a perderse en el interior de la casa, y la lluvia volvía a castigar su rostro, como las caricias de la vieja, que él buscaba, igual que un perro, en la oscuridad.

 

Nicolás Sánchez Frascini (28)
Capitán de Ultramar
sanchez_frascini@hotmail.com