El mejor Old Fashioned de Buenos Aires

Por Lucas Abal.

Call me old-fashioned, but I like a dump to be as memorable as it is devastating”, le responde Bender a Fry, en uno de los episodios de la serie Futurama, cuando este último le cuestiona haber terminado su relación con una nave espacial en el Valentine’s Day. Esa fue la primera vez que escuché la expresión “old-fashioned”, allá por el año 2005. No recuerdo haber escuchado de nuevo ese término, sino varios años más tarde en un contexto harto distinto y con un significado dispar. “Traeme seis Old Fashioned”, le responde Alejandro a Juan, el bartender de Fondo Club, cuando este último le pregunta qué tomaríamos esa tarde de otoño. Minutos más tarde, llegan seis vasos cortos rellenos de un líquido ámbar oscuro con hielo y media rodaja de naranja. Fue amor a primer sorbo. Recuerdo haber apurado unos tres Old Fashioned más en el correr de esa noche en la que aprendí mucho: las distintas variantes de whisky —scotchryebourbon…—, el nombre del vaso corto que sirve de recipiente para este cóctel —“vaso old fashioned”— y el proceso de destilación del Bitter Angostura.

Luego de la noche reveladora, mis visitas a Fondo Club se volvieron recurrentes y mi consumo de Old Fashioned habitual. En una de estas visitas, escuché a uno de los clientes decir, mientras levantaba su vaso extendiendo su mano derecha, “este es el mejor Old Fashioned de Buenos Aires”. Quedé perplejo: al parecer había distintas calidades de Old Fashioned y la que yo consumía era la mejor de la ciudad. En el instante me entusiasmó vivamente la idea, pero aplaqué este entusiasmo cuanto antes; después de todo, la opinión de un consumidor de alcohol podría estar distorsionada por la bebida, en el mejor de los casos y sesgada, en el peor. Mi temor fue infundado; una somera búsqueda en Google confirmó la aseveración que parecía temeraria. En efecto, muchas personas coincidían con el cliente: el Old Fashioned de Juan, el bartender de Fondo Club, era el mejor Old Fashioned de Buenos Aires.

Todo lo bueno (y lo malo) termina, afirmaba Parménides y así fue con Fondo Club. Este bar, que funcionaba bajo el concepto de puertas cerradas, cerró sus puertas definitivamente apenas unos meses después de haberlo conocido. Perdí el mejor Old Fashioned de Buenos Aires, pero también el único Old Fashioned que había degustado. No me resigné, y para aplacar la desazón asumí rápidamente la empresa de encontrar un remplazo para el vacío que el ponderado cóctel había dejado. Acompañado con un amigo, afecto a las maltas, comenzamos la búsqueda.

El primer apuntado fue un bar que había abierto sus puertas recientemente: el Pony Line. Otrora el lobby bar del hotel que construyó Hyatt en la calle Posadas en 1992, luego de la compra del edifico por Four Seasons y posterior restauración, el Pony Line se imaginó como un caballeriza escocesa del siglo xviii y así fue. Desde de los tres boxes que se recrearon dentro de las instalaciones hasta la carta, son referencias de naturaleza equina. Su carta de cócteles extensa, incluye clásicos y otros propios. Los bartenders son jóvenes sin demasiada experiencia, pero egresados en su mayoría de CAVE, por lo que la preparación de las bebidas es correcta, incluyendo el Old Fashioned. Mención aparte merece el Chukker —sí, otra referencia ecuestre—, una suerte de tereré en el cual la yerba mate es remplazada por té earl grey; y el agua con limón, por una preparación cuyo destilado de base es ron. Seguimos en la búsqueda…

A escasos metros de Pony Line se encuentra Florería Atlántico, que según algunas publicaciones especializadas es el mejor bar de Buenos Aires. Ubicado en la calle Arroyo en el mismo sitio donde funcionaba el histórico L’Abeille, Florería afirma contar con la barra más larga de Argentina. El bar está dirigido por el célebre Tato Giovannoni, quien elaboró la carta y eventualmente se lo puede encontrar detrás de la barra. El Old Fashioned no está en la carta, pero lo preparan de todos modos —aunque por un precio sensiblemente superior al promedio de otros cócteles que sí están—. Por mi empresa, pedí Old Fashioned en dos visitas distintas con pésimos resultados en ambas.

Si seguimos en el barrio de Retiro, imposible no continuar la búsqueda de un clásico de la coctelería en un clásico de Buenos Aires: el Hotel Plaza —el único hotel cinco estrellas que continúa en pie y funcionando desde el centenario de la República—. El Plaza Bar cuenta con una completa carta de clásicos y apenas un puñado de cócteles propios. Entre estos últimos, más que destacable es el 1909: Gin Bombay, Cynar, jugo de pomelo y de lima. Otros destacados del Plaza son los ingredientes que acompañan al cóctel: variados canapés, papas fritas y maní japonés. A propósito de la investigación, debo decir que el Old Fashioned no es sobresaliente, pero correcto; y cuenta con el detalle de la inclusión de la cereza como ingrediente —detalle de los bares de hoteles cinco estrellas, casi sin extensión fuera de ellos—. Dato relevante para su inminente visita: los miércoles se puede escuchar piano en vivo hasta las 22 horas.

Antes de permitirnos una excursión por las tierras de Palermo, reseñaré sucintamente otras opciones que no van más allá de la avenida Pueyrredón y que cuentan con buenos Old Fashioned. Basa Bar, buena coctelería, esmerada cocina y una ambientación más que destacable son tres buenas razones para visitar este bar; tal vez la mejor de las opciones para visitas grupales —con debida anticipación en la reserva—, por la amplitud del salón y la onda del lugar: buena música y luz tenue. The Oak Bar, bar del hotel Park Hyatt en el Palacio Duhau, su nombre se debe a los paneles de roble tallado que recubren sus paredes; si bien toda la coctelería es destacable, en mi opinión la mejor opción es su hamburguesa —¿la mejor de Buenos Aires?— acompañada con una copa de algunos de los tantos Cabernet Sauvignon que engrosan la carta de vinos. El lobby bar del Alvear Palace Hotel, otro hotel cinco estrellas, pero en este caso, el bar más classy de la ciudad; todo es impecable, incluyendo el Old Fashioned, aunque a mi juicio es más notable el Mint Julep.

Verne Cocktail Club, el único bar en Buenos Aires con referencias a la literatura, en este caso a las novelas de Julio Verne. El bar está dirigido por uno de los bartender estrella de nuestro país: Federico Cuco, quien a diferencia de otros bartenders estrella, sí se lo puede encontrar habitualmente detrás de la barra. El Old Fashioned es regular, pero una variante de este creada por Cuco no lo es: el Opium Old Fashioned. Este cóctel tiene los mismos ingredientes que el Old Fashioned, pero al final de la preparación se le agrega humo con una pipa de ahumado aromatizador. El resultado es pintoresco y vale la pena degustarlo al menos una vez. Si bien la inclusión de humo como ingrediente de un cóctel es novedosa en Buenos Aires, aquella es frecuente fuera de nuestro país. En Estados Unidos, por ejemplo, los smoky cocktails existen desde los años en los que no existía la pipa de ahumado y el humo se sumaba con la bocanada de un buen habano. Otra opción en Palermo: Wherever Bar. Allí el Old Fashioned es correcto y una versión de este que sustituye el Bitter Angostura por un bitter casero de hibisco y cascarilla de cacao resulta sorprendentemente gustosa.

The New Brighton, un antiguo local de ropa de caballeros estilo inglés, “Brighton”, devino en restaurante y bar. Sobre todo en un excelente bar. Veamos porqué… Todos los días, hasta las 21.30 horas aproximadamente, se escuchan los acordes de un piano en vivo. La mantelería, la vajilla, la cristalería son irreprochables. La atención de los mozos es por lo menos esmerada. Todos los cócteles son acompañados con una bandeja de ingredientes abundante, que contiene desde variedades de quesos hasta albóndigas en salsa. Y lo más importante: Aldo Echarri, el bartender del Brighton que lo es desde 1978 y quien prepara el mejor Old Fashioned de Buenos Aires. Sí, por fin, en The New Brighton logré encontrar un remplazo al Old Fashioned de Juan de Fondo Club.

Lucas Abal (26)
Bartender 
lucasabal@gmail.com

Nota: Por supuesto que los bares que comenté no son los únicos de Buenos Aires en los que se puede tomar un Old Fashioned. Entre otras buenas opciones pueden nombrarse: Artesano, Doppelgänger Bar, Frank’s Bar, Gran Bar Danzón, La Biela y Nicky Harrison.