Por Lucas Abal.
Alguna vez un amigo (de esos con muchas millas aéreas encima) me comentó que el mundo nos ofrece tres destinos turísticos relevantes: la isla de Manhattan, Italia y el resto del mundo. Desde mi perspectiva de turismo mayormente de cabotaje, desconozco la verosimilitud de esta clasificación. Sin perjuicio de ello, si la frase fuese cierta, una guía gastronómica de la ciudad de Nueva York sería imprescindible.
Estas líneas no persiguen ese ambicioso objetivo. Sobre todo habiendo tantos resultados de búsqueda en Google sobre este tema e incluso libros publicados (la Guía Michelin, entre ellos, que se actualiza periódicamente). Por ello, más que una guía, este artículo es una suerte de lista con apenas un puñado de sitios gastronómicos que reúnen las siguientes cualidades:
- Los sitios están agrupados por zonas de Manhattan (en las cuales seguramente se incluya más de un barrio) y habrá un apartado en el que se incluirá a Brooklyn (a pesar de que no se encuentre comprendido en la clasificación de mi amigo). La idea de un viaje a esta ciudad es básicamente caminar. Entonces la ventaja de la agrupación por zonas es que uno puede dedicar un día completo a un determinado barrio y en esta lista encontrará, en muchos casos, sitios para desayunar, almorzar, merendar y cenar allí.
- Ninguno de los sitios que se enumerarán aquí son turísticos. Por el contrario, podrá confirmar, en cualquiera de los sitios que se mencionan, que la mayoría de las personas que allí concurren son locales. Por supuesto que un sándwich de pastrami en Katz’s Delicatessen es rico y un atardecer comiendo pizza en Grimaldi puede ser una muy buena experiencia también. Pero la idea de estas líneas es evitar los lugares comunes y ofrecerle sitios poco conocidos por el turista.
- Todos los lugares son buenos. Obviamente con la aclaración de que también todos pueden tener un mal día; la carne pudo llegar algo pasada, la atención puede no ser lo suficientemente esmerada o encontrarse con una Black and White Cookie del día anterior.
- Los sitios que se recomiendan no son caros (para el promedio de Manhattan). Difícilmente se pueda gastar más de 50 dólares por persona en alguno de los sitios que se listán (incluyendo impuestos e incluso algún vino de precio razonable).
Dicho ello, vayamos a la lista.
Morningside Heights y Harlem
Una opción habitual para el desayuno entre los locales es un sándwich bagel y un café. Por ello en Manhattan podemos encontrar muchísimos lugares que ofrecen bagels. Una de las mejores opciones de la ciudad es Absolute Bagels (2788 Broadway), con panes de todo tipo de sabores y colores (uno de ellos, por ejemplo, de color negro, el pumpernickel). Por su cercanía con la Universidad de Columbia, Absolute Bagels es una opción muy concurrida por sus estudiantes.
La zona invita a pasear necesariamente por el campus de la Universidad de Columbia y mezclarse entre sus alumnos por algunas horas. Luego del paseo, será el turno de almorzar, para lo que sugiero cruzar el Morningside Park y llegar al Harlem. La opción obligada de comida en este barrio es Soul Food y dos buenos lugares para probarla son: Amy Ruth’s (113 W 116th St) y Jacob Restaurant (373 Lenox Avenue). La elección entre uno y otro sitio dependerá de su versatilidad para poder comer en recipientes de poliestireno o plástico; en Jacob estas son las únicas dos opciones de “vajilla”.
Upper West Side y Upper East Side
Si tuviese que apostar en qué barrios están los restaurantes más caros de la isla pondría mi ficha en estos dos. En especial en Upper East Side. Sin perjuicio de ello, hay sitios muy buenos con precios razonables en estos dos barrios separados por el Central Park. Le recomiendo especialmente tres:
Zabar’s (2245 Broadway) es lo que se denomina una tienda delicatessen que no es más que un «supermercado» lleno de cosas ricas, locales e importadas. Destaco en especial, la variedad de quesos para elegir; pero todo está bien: su panadería, la comida que preparan, las ensaladas. Un plan ideal es proveerse de quesos y fiambres allí y desayunar o almorzar sentado en el pasto del Central Park (a apenas tres cuadras).
Cibo e Vino (2418 Broadway) es un pequeño restaurante de comida italiana en Upper West Side. Si está por allí, elija una de las mesas junto a la ventana y aproveche para comer las distintas pastas que se ofrecen. (Notará que los dos restaurantes de comida italiana que se sugieren aquí no se encuentran en Little Italy. Las razones son dos: (i) Little Italy es un lugar netamente turístico hoy en día, por lo que no respetaría el punto 2 de la cualidades descriptas; y (ii) varios de los restaurantes de Little Italy son considerados tourist traps.)
Budapest (1631 2nd Ave) es un restaurante aún más pequeño que Cibo e Vino —si la memoria no me falla cuenta con apenas ocho mesas para dos personas— y su especialidad es la comida húngara. La primera vez que escuché de este lugar fue en boca de un argentino, que se refirió a él como “el secreto mejor guardado de Upper East”. Probablemente tenga razón. Tan es así que los comensales entre sí, e incluso con la camarera, hablaban en un idioma que asumo sería magiar. No creo haber comido alguna vez un goulash con spaetzle tan rico como en Budapest. Como advertencia, le comento que estaba bien picante, pero yo agradecido porque fuera del restaurante esa noche la temperatura era de diez grados bajo cero.
Midtown
Me gustan los bagels y por eso elijo empezar también este apartado recomendando un comienzo del día con bagel y café. En este caso, el lugar en cuestión tiene un nombre ambicioso: Best Bagel and Coffee (225 W 35th St), pero aun así está a la altura. Si la cantidad de gente que come en un lugar puede interpretarse como sinónimo de calidad de ese lugar, Best Bagel and Coffee sería el ejemplo perfecto. Siempre está lleno, a pesar de que el lugar es más grande que la tienda habitual de bagels de Manhattan. Mañana temprano, media mañana, mediodía… siempre hay fila (cierra temprano, así que no lo considere para la merienda o cena).
Una muy buena opción para el almuerzo se encuentra dentro del hotel The Redbury New York: Marta (29 E 29th St). Un gran ambiente nos invita a almorzar una muy rica pizza. El combo ideal allí es pizza y cocktails. Tienen una completa carta de tragos, cierta variedad de Negronis y buenos bartenders. Se ofrecen, además, originales tragos sin alcohol para quien lo prefiera.
Termino con dos opciones para la cena.
2nd Avenue Deli (162 E 33rd St), restaurante de comida judía. A diferencia de otros sitios ya mencionados, este lugar es muy conocido en Nueva York. De hecho, en 2014 fue el sitio escogido por Jerry Seinfeld para comenzar la octava temporada de Comedians in Cars Getting Coffee junto con Jim Gaffigan. A pesar de ello, el día que cené allí no me pareció ver turistas; por el contrario, el ambiente entre las mesas era casi familiar, como si los asistentes se conocieran entre sí. Hay muchas opciones, pero los sándwiches son la especialidad.
Casa Nonna (310 W 38th St), restaurante de comida italiana. Creo que de los lugares de esta lista, Casa Nonna es el que cuenta con el salón más grande. Seguramente esta sea la razón por la cual la mayor parte de las mesas ocupadas la noche que fui eran de grupos de más de seis personas. A un precio razonable, se pueden comer allí varias buenas opciones de pasta (la mayoría, platos tradicionales).
East Village
Para un desayuno a lo americano: pancakes, huevos, bacon, pollo frito con waffles (Soul Food), una muy buena opción es Clinton Street Baking Company (4 Clinton St). Si bien el lugar es algo mainstream (y por ello posiblemente no se ajuste del todo al punto 2), es rico y con precios razonables. Tiene una gran cantidad de camareros, por lo que el servicio es veloz.
Luego de un desayuno en Clinton Street Baking Company probablemente ya no pueda almorzar, pero sí podrá tomarse un rico café. No es fácil encontrar café de especialidad en Manhattan —en gran parte de los sitios, incluso los enumerados hasta ahora, reina el café de filtro—, pero ello no quiere decir que no existan. Un gran exponente de este tipo de café son los tostadores de City of Saints (79 E 10th St). El lugar es más bien chico y se presta para el café para llevar, pero tiene una amplia barra junto a la ventana para sentarse en una silla alta y disfrutar de un muy buen café.
Otro café de especialidad en East Village es Coffee Project New York (239 E 5th St). El rico café y la buena onda de los baristas son los grandes atractivos de este sito. La estrella de la casa es el Deconstructed Latte que consiste en una opción que trae tres copas o vasos, una de ellas con un expresso; otra, con leche espumada y la tercera, con un latte; todo ello acompañado de una pequeña cookie. No me imagino desayunando todos los días este Deconstructed Latte, pero para una vez es una experiencia interesante.
Financial District y Brooklyn
Uno de los recorridos obligados de todo turista de Nueva York es cruzar el Puente de Brooklyn a pie o en bicicleta. Por ello, elijo agrupar estas dos zonas para finalizar la lista. Recomiendo comenzar en Brooklyn. Más precisamente en Williamsburg (el barrio en auge por estos tiempos) para desayunar en Devoción (69 Grand St). Al igual que City of Saints son tostadores de café y en efecto el café que sirven es muy bueno. Pero en particular se debe destacar el ambiente del lugar. Mucho más amplio que cualquier café promedio de Manhattan, con un techo alto, sillones, todo bien hipster.
Luego de pasar la mañana en Brooklyn y cruzar el puente a pie, nos corresponderá un lunch. ¿Y acaso hay una mejor opción para ello que sándwiches? Un lugar de sándwiches, más precisamente de Italian Paninis, en el corazón del Financial District es Pisillo (97 Nassau St). Este sitio debe alimentar por día a varios miles de oficinistas de la zona. No hay ni siquiera una mesa o barra para comer allí, pero uno puede comprar para llevar y caminar algunos metros hasta el City Hall Park, que nos ofrece muchos bancos de plaza.
A solo dos cuadras de Pisillo, en el edificio Woolworth (uno de los primeros rascacielos de Manhattan y el más alto del mundo hasta 1930), encontramos Five & Dime (8 Park Place). El sitio cuenta con la versatilidad de que si uno va por la mañana se encuentra con oficinistas tomando café y si va por la tarde se encuentra con los mismos oficinistas tomando un cocktail. Buen ambiente y muy buena atención. Terminar la tarde con un Old Pal en la mano sin dudas es una gran opción.
Hasta aquí la lista, estimado lector. Tal como le advertí en las primeras líneas, los sitios mencionados son apenas un puñado de las innumerables opciones que ofrece la ciudad. Seguramente usted tenga otros tantos sitios favoritos, en ese caso, un correo al respecto será muy bienvenido.
Para terminar y a modo complementario, le comparto un cuadro en el que se incluyen los lugares señalados aquí, pero además agrego otros tantos lugares destacables que también reúnen las cualidades descritas al principio: Cuadro restaurantes NYC.