Por Damián Carbone.
La banda británica liderada por Thom Yorke se presentó el pasado martes 24 de marzo en el club Ciudad de Bs. As. Respiré una espera bien impaciente, de esas que nunca esperamos esperar. Esas que empero, gracias a una extraña sensación, siempre valen la pena. No quiero empalagarme con palabras dulces y cursilería barata:, la banda no lo necesita. Sólo apelo a mi honestidad subjetiva que trata de cristalizar vivencias.
Sin alarmas y sin sorpresas desplegaron un sonido extático, acariciando lo más triste y lo más hermoso del ser humano. Cuando el mensaje pisa fuerte deja marcas imborrables. La puesta en escena, disfrazada en con luces y con imágenes, las canciones inspirando reflexión, sentido de la estética, armonía en la distorsión, complejidad en la desestructuración… todo hacía que
La gente disfrutaba envuelta en sonrisas, expectativas, ilusiones, incertidumbres. Cada uno a su manera, tratando de congelar un momento único e inolvidable.
“It’s too much. too bright, too powerful. Relief”
Damián Carbone (21)
Estudiante de Derecho
damianc_87@hotmail.com