Por Andrés Schlack.
para E.G.M.
I
Fue el amor un relámpago en mi profunda noche,
una bandada de pájaros que no supe retener.
Llamo ahora tu nombre en mis sueños sin estrellas,
pero sólo me responde el silencio
de recuerdos rotos,
recuerdos de tardes inexistentes
junto al crepitar del fuego
en aquella casa
que no se construirá jamás.
Nunca jamás.
II
¿Qué esperanza queda más que
la de vivir en la
memoria de las piedras
y la lluvia de Santiago?
Ellas quizás recuerdan,
quizás en ellas viven
dos sombras enamoradas,
que entrelazadas caminan
por las calles de Santiago
y se desvanecen cada noche
al dar la Berenguela
las doce campanadas.
Andrés Schlack (30)
Abogado