El método de Miss Jean Brodie

Por Melisa Ortes.

«Deep in most of us is the potential for greatness or the potential to inspire greatness».

Si bien Miss Brodie nos recuerda durante toda la historia su vocación: «I am a teacher!», las dudas acerca de su categorización no son mínimas, ¿es profesora?; ¿es una «maestra», con su dedicación total a sus alumnas?; ¿es una líder?; o ¿es una cínica manipuladora? Aunque a primera vista la respuesta parezca obvia (¿de qué otra forma catalogaríamos a una persona cuya vida es la formación íntegra de sus alumnas, sino como una maestra?), la solución no es fácil.
A simple vista se podría interpretar que no es profesor quien influencia a sus alumnos a cumplir los propios sueños truncos, que no es profesor quien utiliza esas mentes maleables, esos cuerpos jóvenes para perpetrar su «prime», así como no sería profesor quien busca la lealtad de sus alumnos a cualquier precio y con el fin de crear seguidores incondicionales inculcándoles principios reprochables y peligrosos.
Pensar sólo en el método (la forma) que utiliza Miss Jean Brodie abstrayéndonos del contenido moral de sus enseñanzas (el fondo) nos lleva a analizar a Miss Brodie con ojos totalmente renovados, ahora sin el prejuicio instantáneo y el sabor amargo que nos queda al terminar la historia.
Es así que, sin adentrarnos en una reflexión moral y de fondo del método de Miss Brodie (abstracción necesaria para comprenderlo), su fin pastoral de un «venid en pos de mí», de liderazgo y de guianza, es cumplido a la perfección. Su objetivo, como ella bien nos recuerda, es poner cabezas antiguas en hombros jóvenes, aprovechar la edad influenciable de las alumnas y convertirlas en suyas para siempre. ¿Acaso Sandy, Jenny, Mary McGregor y el resto del «Brodie set» podrían negarlo? Las inconfundibles características del Brodie set son ese toque en sus almas y mentes dado por Miss Brodie, ese acompañamiento integral en sus vidas, ese método expulsado completamente de la enseñanza curricular y mediocre.
No solo las convirtió en niñas-mujeres inmediatamente reconocibles como parte del set, sino que las volvió únicas a cada una de ellas, todas con un brillo singular (hasta en la forma de llevar sus sombreros) descubierto por Miss Brodie, que la hacen inolvidable por haber cambiado sus vidas para siempre y fueron “suyas” por el resto de su vida, a pesar de los cuestionamientos de sus alumnas a su método “fascista” e incluso luego de su propia muerte.
Dentro de Miss Jean Brodie se encontraba el potencial para inspirar grandeza. ¿Acaso podría existir un Profesor que carezca de él?

Melisa Ortes (28)
Abogada
melisaortes@gmail.com