Por Laura Zozzolotto.
“Because the next Charlie Parker would never be discouraged”
Y Andrew quería estar entre los mejores. Quería ser Charlie Parker.
El alumno Andrew encontró en Fletcher no un profesor que abusaba —psicológica y físicamente— de sus alumnos sino un medio para lograr un fin. Y no había nada que pudiera apartarlo de su meta; ni siquiera la más grande de las humillaciones como la que atestiguamos en la última escena.
Es por esta razón que en los minutos finales de la película vemos que el método de Fletcher, lejos de contrariar a Andrew y llevarlo a un final análogo al de Sean Casey, logra su cometido en nuestro protagonista: lo lleva hasta el límite, lo pone a prueba para demostrar que él quiere ser el mejor, que puede ser el mejor y que va a ser el mejor. Nada puede ni lo va a desanimar.
Fletcher por su lado, tampoco se ve decepcionado. Andrew es la prueba viviente de que su método funciona, que no todo está perdido: ni para la música jazz que puede aspirar a tener otro gran nombre en su haber, ni para él mismo como profesor, que logró —a su manera— formar al mejor de los músicos. Todo esto, sin recurrir al “Good job”.
En definitiva, a mi entender, no deja de ser un final feliz a su manera: el chico que se esfuerza, que se sacrifica, que supera todos los obstáculos (y me refiero no solo a los académicos sino a los personales con el trasfondo familiar que Andrew nos da a conocer) obtiene su reconocimiento al final del film; y el profesor, odiado y respetado por todos, encuentra al alumno que demuestra estar a la altura de las —sus— circunstancias, y que no solo se levanta luego de cada batalla sino que, en última instancia, tiene las agallas para pelear y desafiar al maestro en la última y gran batalla: la que define su destino y carácter.
Claramente nos quedan muchas preguntas sobre lo que sería un epílogo, pero si nos concentramos en el último instante de la película, en el que Andrew y Fletcher cruzan miradas, encontramos en sus ojos plena satisfacción. Y esto es lo que debe retener el espectador: ambos lograron su objetivo.
Laura Zozzolotto (27)
laurazozzolotto@gmail.com